Desde nuestra Comunidad en Angola, comparten con nosotros el siguiente articulo sobre el proyecto de acompañamiento a las personas que son adictas al alcohol:
“…yo tengo voluntad de vivir, quiero vivir, pero el alcohol no me deja…”, de esta sincera expresión, surgió el nombre del grupo de Alcohólicos Anónimos, en la ciudad de Lobito, y que el pasado día 11 de Febrero cumplió un año de andadura.
Como todos los comienzos, no fue fácil, cuesta entender socialmente el alcoholismo como una enfermedad, y mucha más reconocerse como alcohólico y por tanto buscar un punto y un apoyo para la recuperación.
Durante este año han pasado muchas personas en las sesiones semanales que concurren los sábados. Algunas pocas han dejado completamente el consumo en este año, otras ha conseguido algunos meses sin consumo. En ambos casos hemos conseguido el objetivo de reducir el daño que el alcohol produce tanto en la persona, como en la familia y en la comunidad.
Se entiende que el tratamiento de esta enfermedad requiere de múltiples especialistas que aborden el tratamiento desde diferentes ámbitos. Así además de la terapia de Alcohólicos Anónimos, tratamos de acompañar a la persona tanto en la recuperación física, psicológica y psiquiátrica si fuera preciso, además del acompañamiento familiar y el trabajo de sensibilización y prevención, tratando así de trabajar para devolver la voluntad de vivir.
Todo este año de camino no hubiera sido posible sin la participación de varias voluntarios de Lobito en diferentes ámbitos, asi como de la colaboración de muchas personas en España que con sus donaciones han hecho posible que se desarrolle esta acción.
A todos napandula, que en umbundu quiere decir gracias.
Siendo que en Angola el consumo de alcohol es muy elevado y por tanto generador de muchos enfermos alcohólicos, este grupo de autoayuda es una respuesta para paliar el sufrimiento que provoca esta enfermedad tanto para los consumidores como para sus familias así como para la comunidad.
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