Chus Cuena comparte con nosotros el regalo de la experiencia que ha vivido estos casi 10 años al frente de la tesorería de Misevi Internacional. Desde Misevi España sólo podemos darle las gracias por todo el trabajo realizado.
Después de casi 10 años de servicio en Misevi Internacional, no puedo por menos que estar agradecida a la Asociación y a todas las personas que me he cruzado en este tiempo por la gran experiencia adquirida y por lo que he crecido como persona.
Si tengo una imagen que resuma esta etapa es la de mi propia cabeza abierta e intentando ser lo más flexible que fuera capaz. Cuando comencé, ya era complicado explicar qué es Misevi, llevaba pocos años y a los españoles todavía nos pesaban nuestras propias estructuras recién salidas del JMV. La clave nos la dio el Padre Gregory, cualquier país que visitaba y encontraba a algún sujeto sospechoso le interrogaba de la siguiente manera:”¿eres misionero? ¿Eres vicenciano?¿ Eres laico?” Si se contestaba “Sí” a las tres preguntas, indefectiblemente el padre Gregory declaraba: ¡Pues eres Misevi! (¡qué carajo! Le faltaba añadir) A partir de ahí, fuimos descubriendo grupos y maneras de ser y vivir Misevi tan variadas como enriquecedoras.
No ha sido fácil: las distancia, las barreras idiomáticas, los encuentros y desencuentros, hacían de Misevi Internacional un ente difícil de abordar y un desafío constante. La tecnología ha ido evolucionando y facilitándonos las cosas, pero han sido unos extraordinarios equipos humanos lo que ha hecho que la Asociación crezca. Ha sido a base de muchas horas de encuentros on line y presenciales a un lado y otro del Océano, de organizar Asambleas y encuentros y de hacer posible lo imposible.
Por ello, reitero mi agradecimiento y animo a todos a seguir formando parte de todo este maravilloso proyecto en el que tenemos mucho en común con otros vicencianos del mundo.
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