“Voz que grita en el desierto, luz que anuncia la Palabra, sal que evita corrupción, somos la punta de lanza.”
El fin de semana del 10 al 11 de marzo, en Salamanca, se llevó a cabo la segunda formación presencial del curso organizada por Misevi España, contando con la participación de casi treinta personas entre formadores, miembros del equipo, familias y jóvenes misioneros en potencia.
Comenzamos la mañana del sábado día 10 con una oración en comunidad para renovar fuerzas y ofrecer al Señor nuestra jornada de aprendizaje. La primera sesión formativa llegó de la mano de Juan Carlos Ramos, periodista, experto en comunicación, profesor, vicenciano y, tal y como se presentó ante nosotros: un serrucho, capaz de transformarse en música que nos formó e informó sobre cómo pasar del miedo al placer escénico.
Como bien explicó nuestro brillante ponente, el miedo a hablar en público es una fobia muy común que, con las técnicas adecuadas puede superarse hasta el punto de llegar a disfrutarlo. Con la ayuda de varios discursos icónicos de la historia y del cine pudimos analizar los errores a evitar y los puntos a reforzar para alcanzar el éxito en nuestro discurso. Desde este prisma de experiencia comunicativa y con una sonrisa permanente, Juan Carlos nos transmitió la importancia de saber comunicarnos adecuadamente para nuestra vida personal y profesional. Además, tuvimos la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en las intervenciones individuales que realizamos al final de la formación y en las que descubrimos los puntos fuertes y a mejorar de nuestra comunicación verbal, no verbal y paraverbal con la ayuda de nuestros compañeros. Con la finalización de la formación descubrimos cómo ser resilientes y transformar nuestras debilidades y complejos en fortalezas para levantarnos cada mañana preguntando al Jefe ¿cuál será hoy mi verso? Y, simplemente, dejarnos hacer por Él.
Jesús Vicente (Chito) Morales, componente del grupo Brotes de Olivo nos regaló su presencia este fin de semana en el taller “ Sentir, Cantar, Comunicar ”, donde disfrutamos de las antífonas más emblemáticas del grupo acompañadas por pasajes del evangelio. Cuando una persona se llena de Dios atesora un Amor tan grande que se desborda a través de sus palabras, su mirada y su felicidad; así es Chito Morales, quien nos asegura que todas las canciones están en el aire, tan solo hay que encontrar el momento y cogerlas. Gracias a él recordamos coplitas que conocemos desde niños, que nunca paran de resonar en el corazón; nos detuvimos en la Palabra de Dios, en la importancia de meditarla y hacerla nuestra, ya que toda ella está destinada a cada uno de nosotros.
Compartir esta formación en Comunidad, junto con los dos formadores invitados es lo que ha llenado de magia esta nueva experiencia. Contar con la colaboración musical de Chito en las oraciones, con la experiencia vital y misionera de los miembros de Misevi ha hecho que el aprendizaje se prolongue después de salir de las clases.
Como broche final a las jornadas de formación de este fin de semana, durante la Eucaristía del domingo, se realizó el Envío misionero de cuatro personas, entre las cuales me incluyo.
Participar de forma personal en él ha sido una experiencia nueva y emocionante para mi. Es imposible describir el “sentirse enviado” por la Comunidad, como si se tratase de un respaldo instantáneo que te invade y te hace sentir capaz de todo y, al mismo, la Comunidad presente se siente enviada junto con nosotros a través de sus manos, transmitiendonos esa fe que se traduce en fuerzas para trabajar en la construcción del Reino y hacer realidad el sueño de Dios en la Tierra.
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