La vida es un juego, ¡juégalo!

El secreto para conseguir conectar con los demás está en realizar un ejercicio constante de eliminar prejuicios y ver el ser humano que esconde el que tienes en frente.

Chus Cuena, en plena cuarentena ha llegado a ser la agromaruja de manicura divina que siempre soñó ser. Madre de familia numerosa, aunque la tuvo que encargar a Etiopía, que le correspondió con tres niños absolutamente maravillosos y tan locos como ella misma. Casada con un señor recio y varonil que chorrea testosterona por los cuatro costados, del tipo masculino que a ella siempre la ha perdido.

Para ganarse la vida, ella es enfermera en una penitenciaría en Galicia, trabajo muy adecuado para una vikinga con un físico de Matrona de las SS, que adora perderse en los montes gallegos los días libres que le proporciona ese puesto. No obstante, sus múltiples y muy deficientes capacidades, las pone al servicio de Misevi. No podría pensarse para ella organización más acorde con su forma de ser: coherente, a veces anárquica, que exige las cualidades más insospechadas de uno; de fe profunda pero muy mundana, eficaz y resolutiva. Después de cuatro años en Misión, pasó a las filas de Misevi Internacional, donde aportó practicismo e imaginación. Ahora como AZ de Galicia trata de mantener el nivel. Admira y adora a los misioneros, para ella se lo merecen todo. Después de su familia, Misevi es lo que más la ha hecho crecer como persona en todas sus facetas.

¿Por qué decidiste estudiar Antropología?

Por varias razones: la primera fue personal, porque tenía que ocupar mi cabeza en los años de espera de un proceso de adopción tortuoso; la segunda, porque quería probarme a mí misma que era capaz de finalizar una carrera a distancia a pesar de la edad y la tercera, porque no hay carrera más adecuada para un misionero.

¿Qué es para ti la Cultura? ¿Cómo la definirías?

Típica pregunta complicada con miles de definiciones, para mí es todo lo que rodea a la persona y la distingue del resto de primates, cultura no es comer, sino la forma en que lo hacemos.

¿Para qué utilizamos los tabúes y cuál es su origen?

Otra pregunta controvertida, todas las culturas tienen tabúes, y su función es práctica. Por ejemplo, no comer carne para no acabar con las vacas, el incesto para no degenerar la especie….

¿Cuáles son sus repercusiones en la sociedad y su evolución?

En ocasiones, han desencadenado guerras; otras veces, han protegido a las sociedades de su extinción por uno u otro medio. Por ejemplo, en nuestra sociedad el sexo ha dejado de ser tabú para empezar a serlo la muerte. Aunque este mismo tabú haya también evolucionado: antes la gente se casaba con 14 o 15 años, hoy sería un delito.

¿La fe, la relación con Dios, se está convirtiendo en un tabú?

Mucho, puedes hablar de espiritualidad, de meditación transcendental pero hablar de Dios es complicado en un mundo en el que son venerados como tales el dinero y la Ciencia. Todo lo no científico es tabú. Tenemos un pasado que pesa un montón y muchos complejos en este ámbito.

Yo creo que hay que pensar también que, si la relación con nuestra pareja, o nuestros amigos es íntima, la que tenemos con Dios también lo es, tampoco es grave que no podamos expresarla.

Y los ritos, ¿cómo nos ayudan?

Generalmente son manifestaciones externas de algo más profundo, y claro que nos ayudan, el ser humano es ritual. Evidentemente todo tiene una medida, las sociedades más rígidas, son puro ritual y eso no es bueno. Personalmente, cuando le deseo el bien a alguien, le enciendo una vela en una Iglesia de un pueblo cerca del mío, o, si estoy de viaje, en una Iglesia cristiana. Todas las culturas tienen gestos de este tipo: encienden inciensos, lanzan flores, ayunan por alguien…. Yo creo que así se manejan fuerzas que hoy no sabemos concretamente cómo funcionan, pero que algún día conoceremos, también como con teorías como la de cuerdas.

¿Es cierto que la mayoría de los ritos tienen origen religioso? Y si es así ¿acaso la religión es la base de las culturas?

Otra pregunta trampa, muchos ritos no son religiosos, pero sí espirituales, es decir, no pertenecen a una religión sistematizada, pero sí a la creencia de que hay algo más que no podemos ver ni tocar. Así yo creo que cultura y hecho espiritual van juntas.

Chus, has tenido varias experiencias misioneras y vivido en contextos diversos. A tu modo de ver, ¿somos así tan diferentes? Siendo la nueva en esos lugares podemos imaginar que siempre hay un choque inicial, en tu opinión, ¿cuál es el secreto para superarlo y conectar con el otro?

Para mí, el secreto está en realizar un ejercicio constante de eliminar prejuicios y ver el ser humano que esconde el que tienes en frente me ha ayudado mucho. Hago hincapié en lo de “ejercicio constante” porque no es nada fácil y hay que renovar ese sentimiento. Tener tres hijos que no tenían ni un gen compartido conmigo y con los que ni me entendía, puesto que no hablaban ni mi idioma, fue un máster en relaciones humanas. Por otro lado, con frecuencia recurro mentalmente a la imagen de unas monjas en Mozambique que llevaban los hábitos más incómodos del mundo y que tenían un régimen de vida muy estricto pero que compartieron unos meses con un chaval que se dedicaba en España a hacer piercings y tatuajes que probaba primero con él mismo. Su entendimiento y relación eran simplemente conmovedores.

Personalmente, ¿en qué te ha ayudado el haber vivido en culturas diferentes, incluso el pasar de la ciudad a una sociedad rural?

Ayuda muchísimo a entender lo que explicaba antes. A mis hijos les digo con frecuencia lo afortunados que son por saber vivir en la sociedad africana y europea, puesto que eso te hace crecer mucho más que cualquier otra formación.

¿Cómo piensas que los nuevos medios de comunicación digital y las redes sociales, están influyendo en cambios culturales? ¿Será que estamos dejando una parte de nosotros atrás?

Nos homogenizan, hacen que sea todo igual. Cada vez resulta más difícil encontrar algo “auténtico” sea en una persona, en un hecho o en un objeto… No soy pesimista, creo que simplemente es el signo de los tiempos.

¿Por qué sigues en Misevi?

Para mí, mis referentes morales y espirituales son los misioneros de Misevi y otros que he conocido. Con frecuencia recurro a su recuerdo, a pensar qué haría fulano o mengano (misioneros todos) en este caso. Me cuesta encontrar referentes en este mundo y me alegro de tenerlos. Los admiro tanto, que, si fuera millonaria, aparte de dar dinero a misiones; me ocuparía de que cualquier misionero de paso o de vuelta definitiva, fuera tratado a cuerpo de rey, de que no le faltara nada… Creo que no reciben de nosotros todo lo que merecen.

Por último, nos gustaría que nos ayudases a terminar estas frases:

El libro que no me canso de leer es…la Regenta.

La película/documental que me marcó…Golpes a mi puerta.

El plato de comida del que aún siento el sabor…arroz de coco con carril de camarón.

Nacala es…un lugar donde crecí.

Mi vida cambió cuando…conocí África.

Si me faltase algún sueño por realizar en mi vida, este sería…poder ayudar más a las misiones.

Me gustaría que Misevi… siguiera creciendo e independizándose.