Muchas veces caemos en las rutinas y nos dejamos llevar por lo que nos rodea. Llenamos nuestros días de quehaceres y no nos queda tiempo para parar y reflexionar sobre lo que estamos viviendo.
La formación de este día, 6 de noviembre, ha permitido precisamente ese momento de encuentro y reflexión sobre nuestro ser y hacer vicenciano.
Poner los puntos sobre las íes y darnos una pequeña sacudida que nos haga reaccionar ante las diferentes realidades que cada uno nos encontramos allá donde vivamos.
Las individualidades, nos decía Luis Valdivielso, no pueden sacar adelante un proyecto. El grupo que se interpela, que expone ideas y se apoya, el grupo que suma creando nuevas respuestas, ese es el grupo de gentes de MISEVI.
Animo a toda aquella persona que tenga inquietud por los más desfavorecidos y no sepa cómo canalizarlas a que se una a estas experiencias y conozca mejor la labor que desarrolla esta asociación vicenciana.
Me quedo con estas frases: Estamos en el mundo para evangelizar integralmente a los pobres. No podemos ser cristianos de sillón.
Muchas gracias por este encuentro.
Mar Álamo
Comentarios recientes